Los cultivos de tejidos
vegetales deben mantenerse en condiciones ambientales semejantes a las
naturales más favorables. La luz, la temperatura y la humedad relativa son los
principales factores del ambiente que inciden sobre los cultivos. El comportamiento
de muchos cultivos depende de la calidad, intensidad y fotoperíodo de la luz
que reciben, dado que varias enzimas involucradas en el desarrollo y en el
metabolismo secundario son influenciadas por la luz. La mayoría de los cultivos
desarrollan a una intensidad luminosa entre 5 a 25 W/m 2 (1000 a 5000 lux). Si
bien la calidad de la luz puede determinar diferentes respuestas morfogénicas,
en general se utiliza luz blanca, pobre en longitudes de onda larga.
El fotoperíodo habitualmente
utilizado es de 16 horas de luz y 8 horas de oscuridad, aunque algunos cultivos
requieren oscuridad. La temperatura de
las cámaras de cultivo se regula en general entre 22 y 28°C, permitiendo así el
desarrollo tanto de especies de climas templados como de plantas tropicales. Es
de destacar que durante el período iluminado, la temperatura en el interior de
los frascos de cultivo es 1-2°C superior a la de la cámara, debido al efecto
invernadero; se crea así un termoperíodo
suave. La velocidad de síntesis y de
degradación de distintos compuestos y por ende el nivel de producción y
acumulación de metabolitos también es influenciado por la temperatura. En
cuanto a la humedad relativa, ésta se mantiene en alrededor del 70 % en las
condiciones en las que se realizan habitualmente los cultivos, aunque varía con
la temperatura de la cámara y el tipo y cierre de los recipientes. El
porcentaje de humedad relativa no es reportado en la mayoría de los trabajos
sobre cultivo in vitro de vegetales.
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