Los explantes recién
enraizados son muy sensibles a los cambios ambientales, de manera que el éxito
o el fracaso de todo el proceso depende de la aclimatación. En esta etapa las
plantas sufrirán cambios de diferente tipo que permitirán la adaptación de las
mismas a vivir en condiciones naturales. En el momento en que se extraen los
explantes o plantines enraizados de los frascos, están poco adaptados a crecer
en un invernáculo, ya que estos explantes han enraizado y crecido en ambientes
con una humedad relativa muy elevada y generalmente tienen estomas (estructuras
responsables de regular la transpiración y pérdida de agua en la planta) que no
son completamente funcionales frente a descensos de la humedad relativa, y por
lo tanto demasiado lentos para evitar la desecación del explante. Por otra
parte, crecer en ambientes tan húmedos también su le implicar la falta de una
cutícula con cera bien desarrollada, que representa la barrera física para
evitar la perdida de agua a lo largo de toda la superficie de la planta. La
siguiente lista presenta una comparación de las características de una planta
en condiciones de laboratorio (in vitro) respecto a una planta en
condiciones naturales
IN VITRO:
- No realiza fotosíntesis
- Crecimiento en condiciones controladas
- Crecimiento en condiciones de asepsia
- Alta humedad relativa
- Estomas no funcionales
- Ausencia de pelos radiculares
- Ausencia de cera en la cutícula
IN VIVO:
- Realiza fotosíntesis
- Crecimiento en condiciones no controladas
- Exposición a los patógenos y gérmenes del ambiente
- Humedad relativa variable
- Estomas funcionales
- Presencia de pelos radiculares
- Presencia de cera en la cutícula
Los plantines enraizados, deben ser aclimatados a las condiciones de
humedad del invernadero disminuyendo progresivamente la humedad relativa e
incrementando progresivamente la intensidad de luz. Estos plantines se
plantarán en contenedores (almacigueras)
cubiertos por un plástico, para mantener la humedad relativa elevada. La
elección de un sustrato con buenas
características físicas, es clave para el éxito de esta etapa. Para el
trasplante, elegimos un sustrato suelto, poroso, con mezcla de arena turba, cáscara de arroz
quemado, para permitir un desarrollo y crecimiento de raíces muy rápido. Las
mezclas son diferentes y muy variadas de
acuerdo a la especie con la que estamos trabajando.
Luego de retirar cuidadosamente el agar de las raíces para evitar
dañarlas, los plantines se enjuagan y se colocan en almacigueras con la mezcla
de sustratos seleccionada y cubiertos
con nylon. Todos los días se debe controlar el nivel de humedad en las
almacigueras. Si es necesario, se aplica un riego con una pulverizadora manual,
para mantener un ambiente húmedo a nivel
del sustrato. A los 15 días del trasplante, se puede comenzar a levantar la
cobertura de nylon en las horas de menor calor( temprano en la mañana o en la
última hora de la tarde). Al comienzo las plantas se dejan media hora por día
destapadas. A la semana siguiente se dejan destapadas durante una hora. Al mes
del trasplante, se dejan tapadas durante la noche y si hay crecimiento de
nuevas hojas, las plantas pueden permanecer destapadas. Las condiciones del
cultivo in vitro , generan cambios en algunos aspectos anatómicos y fisiológicos
de las plantas, por esta causa, durante la aclimatación, los cambios deben ser
muy graduales, para minimizar el estrés y tener mayor tasa de sobrevivencia.
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