Para poder establecer el
cultivo en condiciones de asepsia, se deben obtener explantes con un nivel
nutricional y un grado de desarrollo
adecuado. Para obtener estos explantes es recomendable mantener a las plantas
madre, es decir la planta donadora de yemas, durante un período de tiempo que
puede oscilar entre unas semanas o varios meses en un invernadero bajo
condiciones controladas. En ese ambiente se cultiva la planta en condiciones
sanitarias óptimas y con un control de
la nutrición y riego adecuados para permitir un crecimiento vigoroso y libre de
enfermedades.
Una vez elegida la planta
madre, se extraerán los fragmentos a partir de los cuales se obtendrán los
explantes. Los explantes pueden ser yemas, trozos de hojas, porciones de
raíces, semillas, etc. Antes de extraer
los explantes se hará una desinfección de los fragmentos de planta madre para
eliminar los contaminantes externos. Los contaminantes más comunes son los
hongos y las bacterias que habitan en forma natural en el ambiente. Una vez desinfectado el material vegetal, se
debe mantener en condiciones de asepsia. A efectos de obtener las condiciones
de asepsia, se trabajará en cabinas de flujo laminar para extraer los explantes
a partir del material vegetal. Estos explantes se introducirán en un tubo de
cultivo conteniendo medio de iniciación para poder controlar la sanidad y la
viabilidad, luego de realizar la desinfección del material con hipoclorito de
sodio (agua clorada comercial), pura o diluída durante un período de 5 a 15
minutos, seguido por 3 a 4 enjuagues en agua esterilizada. Luego de la
desinfección superficial, las semillas o las yemas dependiendo del material seleccionado, se ponen en medio de cultivo estéril. En un
período de una semana o quince días, comienza el proceso de germinación o regeneración de nuevos tejidos vegetales, iniciando el ciclo de cultivo in vitro.
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