La eficacia de un proceso de esterilización
depende de cómo se realice el proceso en sí y de múltiples factores
relacionados con el objeto: estructura física, nivel de contaminación inicial,
de limpieza, compatibilidad con el proceso de esterilización, tipo de
envoltorio, etc. Todas las fases de un proceso de esterilización (limpieza,
preparación del equipo, esterilización, almacenaje y transporte) deben
validarse y controlarse.
Factores relacionados con el objeto
Nivel de contaminación del objeto: presencia de
materia orgánica y de
Microorganismos
Pueden alterar y condicionar el proceso de esterilización y derivar al
fracaso del mismo. La presencia de proteínas protege a los microorganismos
frente a la acción de los agentes esterilizantes, específicamente los químicos.
Con el fin de eliminar la materia orgánica y reducir la carga microbiana (y
garantizar con ello la eficacia del proceso de esterilización), el material
debe descontaminarse previamente mediante una limpieza exhaustiva. Algunos autores
demuestran que después de una limpieza minuciosa de material de difícil acceso contaminado
artificialmente (fibroscopios, agujas espinales, catéteres,...) se logra una reducción
microbiana de entre un 99.90% y un 99.99%.
Configuración física del material:
Los avances científicos en el diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades han desarrollado una gran diversidad de material crítico con
distinta forma, tamaño, complejidad, fragilidad y sensibilidad. En función de
su estructura y configuración física se elegirá un determinado procedimiento de
esterilización. En el Real Decreto 414/1996 del 1 de Marzo, transposición de la
Directiva 1993/42/CEE, se regulan y clasifican los productos sanitarios; en él
se especifica la responsabilidad del fabricante de describir las condiciones
requeridas para reprocesar el material, sin modificar su funcionalidad y
características. El profesional sanitario tiene la responsabilidad de aplicar
el proceso de esterilización más adecuado y demostrar que puede reproducirlo
exactamente. El proceso de esterilización supone un reto importante para el
material con luces o conductos largos o con espacios muertos. Para estos instrumentos
será necesaria la aplicación de prácticas específicas.
Limpieza del material previa a la esterilización:
El proceso de limpieza se define como la aplicación de un
procedimiento físico-químico encaminado a eliminar la suciedad y otros
materiales ajenos al objeto. La limpieza previa de un objeto es una práctica
indispensable para garantizar la efectividad de un proceso de desinfección o
esterilización. El agua y los detergentes usados en la limpieza deben reunir unas
características determinadas.
Agua: Es importante verificar la calidad del agua para conseguir la máxima
eficacia del detergente. Un agua dura puede disminuir su efectividad. Para
evitar la corrosión del instrumental quirúrgico se recomienda la utilización de
agua desmineralizada durante el proceso de limpieza o, como mínimo, en el
último aclarado. Nunca debe utilizarse suero fisiológico para limpiar y/o aclarar
el instrumental porque puede producir corrosión. Es también importante
controlar la temperatura del agua, que no ha de ser excesivamente elevada
(entre 20ºC y 45ºC); temperaturas altas favorecen la coagulación de la albúmina
y dificultan su eliminación.
El detergente:
Los detergentes neutros (pH 7) están indicados
para la limpieza de instrumental quirúrgico delicado, pero son menos eficaces
para la eliminación de sustancias orgánicas. Algunos sistemas automatizados de
lavado de instrumental utilizan detergentes ligeramente alcalinos (pH de 8 a
11) que se neutralizan posteriormente en el aclarado. Se ha demostrado que los
detergentes enzimáticos son más efectivos que los detergentes alcalinos para la
limpieza del material de difícil acceso. Su eficacia está relacionada con el
hecho de contener endopeptidasas, enzimas que hidrolizan los enlaces de la
molécula proteica y facilitan así la eliminación de contaminantes de base
proteica como sangre y secreciones.
En la limpieza previa a la esterilización no está indicado el uso de
detergentes desinfectantes, pues se inactivan fácilmente en presencia de
materia orgánica y reducen poco la carga microbiana, proporcionando una falsa
seguridad a las personas que los utilizan. Cuando se utilice un detergente en
polvo hay que tener la precaución de disolverlo previamente, ya que podría
obstruir canales o iniciar un proceso de corrosión si alguna partícula quedase
incrustada en alguna ranura del instrumental. Deben evitarse los detergentes
espumantes porque dificultan el contacto del detergente con el objeto. Los detergentes
deben diluirse correctamente según las indicaciones de cada fabricante.
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