Al
iniciarse un cultivo se produce una división asincrónica de los diferentes
tipos celulares que forman el explanto y una selección debida a que las células
difieren en su adaptación a las condiciones de cultivo. Esto determina una
heterogeneidad inherente al cultivo de tejidos vegetales, aunque es posible,
después de varias generaciones, obtener cultivos más homogéneos pero
probablemente diferentes a los parentales.
El cultivo de tejidos indiferenciados puede presentar, además, un amplio
espectro de variaciones. Es así que se han observado anormalidades cromosómicas
como deleciones, fusiones, cambios en la ploidía y variaciones en el número y
el tamaño. Lee & Phillips (1988) atribuyen estos reacomodamientos
cromosómicos a una replicación tardía de la heterocromatina o a un
desequilibrio en el pool de nucleótidos como consecuencia de los ciclos de
transferencia desde medios de cultivo agotados a medios frescos.
Variación genética heredable,
que surge en plantas producidas por cultivo de tejidos. Desventaja importante
cuando el objetivo es la fidelidad clonal.
Variación somaclonal debida al
explante:
·
Variación preexistente en el explante de partida
(mixoploidía)
·
Quimieras naturales: plantas que contienen
sectores que proceden de capas meristemáticas con distinta constitución génica
·
Existencia de mutaciones somáticas en los
explantes de partida
Variación somaclonal a lo
largo del cultivo:
·
Debida al estrés que representa el cultivo in
vitro
·
cambios en el metabolismo (producción de
sustancias mutagénicas)
·
aceleración de los procesos de replicación
·
anormal duplicación de los bloques de
heterocromatina
·
alteración de los planos de división celular
·
cambios génicos: mutaciones puntuales, cambios
estructurales y numéricos)
·
cambios en el genoma del cloroplasto y de la
mitocondria
·
cambios epigenéticos
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