Para muchas
especies propagadas vegetativamente, como por ejemplo papa, ajo, algunos
frutales, etc., la principal fuente de virus es la infección crónica de las
mismas plantas. En estas especies las plantas infectadas con virus producen
descendencia igualmente enferma que aumentan, en cada multiplicación. Con tales
cultivos una de las formas más exitosas de control involucra el desarrollo de
clones libres de virus. Para este fin se necesita identificar líneas o
ejemplares pertenecientes a la variedad deseada. Una vez obtenido una planta libre
de virus, es necesario mantener una línea madre, la que será fuente de
propágulos para multiplicación. En esta etapa se procura reproducir el material
bajo condiciones en las que la reinfección sea mínima o no tenga lugar (in
vitro, invernáculos, zonas aisladas, etc.). Posteriormente la producción es
entregada para uso comercial.
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