La regeneración de plantas sanas partiendo de cultivos in vitro de ápices
meristemático de ciertos vegetales exige la búsqueda de técnicas complejas y su
empleo acertado. Estas técnicas permiten al explante sortear frecuentes
dificultades como la oxidación, la heterogeneidad de respuestas, la reversión
al estado juvenil, la presencia de inhibidores de enraizamiento y sobre todo la
sobrevivencia al trasplante en condiciones autótrofas. Buscando la mejor
respuesta del ápice meristemático de algunos plantas Murashige et al. (1972) y
Navarro et al. (1975) plantearon la posibilidad del microinjerto in vitro de ápices
sobre plántulas provenientes de semillas, logrando así el desarrollo de plantas
libres de numerosos virus. Una técnica denominada “microinjerto in vivo” de
ápices meristemático pretratados in vitro, fue propuesta por Mosella et al.
(1980), con esta técnica se lograron obtener plantas sanas de Prunus pérsica L. Batsch y son menos
complicaciones que con la técnica original in vitro. En 1983, Ascui aplico
estos nuevos procedimientos a diversos cítricos y obtuvo resultados promisorios
que esperan los indizajes virológicos correspondientes.
Para la
obtención de ápices meristemático
El ápice meristemático mide de 0.2 a 0.4 mm en cítricos [(Citrus sinensis L) Osbeck cv. Thomson y
(Citrus limón L) Burm f. cvs. Genova,
Eureka y Lisboa] y de 0.6 a 1 mm en el duraznero (P. pérsica cv. GF 305); comprende el meristema propiamente dicho y
uno o dos primordios foliares. El meristemo se obtiene de los brotes terminales
de plantas mantenidas en el invernadero o de plantas cultivadas de 2 a 3 años
en el campo, si se trata de cítricos. Los brotes se esterilizan
superficialmente con etanol 80% (v/v) durante 2 a 3 min y luego durante 10 a 15
min con hipoclorito de calcio (6% - 9%) que contenga 0.1% de Tween-20. Luego
los brotes se lavan con agua destilada tres o mas veces. La operación se
realiza con ayuda de un binocular de 20 aumentos en una cámara de flujo
laminar.
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