viernes, 16 de noviembre de 2012

TAREA DEL 3.4.1. PRODUCCIÓN DE HAPLOIDES: CULTIVO DE ANTERAS Y OVULOS


INSTITUTO TECNOLÓGICO DE CD. ALTAMIRANO


TEMA: CULTIVO DE ANTERAS Y OVULOS

PROFESOR: ING. FRANCISCO JAVIER PUCHE ACOSTA

MATERIA: BIOTECNOLOGIA VEGETAL

CARRERA: ING. EN AGRONOMIA

ALUMNA: IRAIS DOLORES PASCUAL REYES


VII   SEMESTRE   "A"






CULTIVO DE ANTERAS:

El cultivo in vitro de anteras es una biotecnología mediante la cual es posible reducir el tiempo necesario para la obtención de líneas homocigóticas estabilizadas; mediante su aplicación sería posible la generación de plantas haploides a partir de microsporas, y posteriormente, por duplicación cromosómica, obtener plantas doble haploides. De esta forma se lograrían líneas puras en un corto tiempo (un año aproximadamente), con lo cual se reducirían costos y se lograrían, con mayor rapidez, nuevos genotipos mejorados. El cultivo in vitro de anteras se utiliza a gran escala para el mejoramiento de algunas especies como el trigo, arroz, cebada, entre otros.


El cultivo de anteras es la manipulación, in vitro de los granos de polen inmaduros (microsporas) contenidos dentro de la antera, para inhibir el desarrollo gametofitico (formación de granos de polen maduros) e inducir el desarrollo esporofitico (formación de plantas). De las plantas producidas por medio de cultivo de anteras, aproximadamente un 40% a 70% puede ser haploide, triploide o tetraploide, mientras que el otro 30%a 60% es diploide y fértil (doble haploide); este es el de mayor interés para el fitomejorador (Nishi y Mitsuoka, 1969).


Una técnica que permite la reducción del genoma es el cultivo in vitro de anteras o la androgénesis in vitro a partir de anteras, que ofrece la posibilidad de obtener resultados en muy corto tiempo. Además, en algunos casos, las plantas resultantes contienen una mezcla de ploidias (Rokka et al., 1996; Farnham, 1998), las cuales pueden ser de gran utilidad en programas de mejoramiento (Hannemman,1994). Algunos resultados son alentadores para el mejoramiento genético de una cantidad considerable de cultivos (Sunderland, 1980; Sonnino et al., 1989). En otros se ha tenido baja eficiencia, debido a que el éxito en la producción de haploides a gran escala depende de numerosos factores físicos, químicos y de la planta. De manera específica, los asociados con el genotipo, el ambiente de cultivo de la planta donadora, la etapa de desarrollo de la microespora, los pretratamientos con bajas temperaturas, los reguladores de crecimiento, y las condiciones de incubación  (Bajaj, 1983; Nitsch, 1983; Keller, 1984; Wenzel y Foroughi-Wehr, 1984; Dodds, 1985; Dunwell, 1991).




CULTIVO DE OVULOS:

El cultivo de óvulos es una técnica que se ha empleado tradicionalmente para evitar barreras de incompatibilidad que dificultan algunos cruces inter e intraespecíficos, para eludir problemas de abscisión prematura del fruto, para la obtención de híbridos que presentan aborto del embrión en estadios tempranos del desarrollo, como vía alternativa a la androgénesis en la obtención de plantas haploides o como sistema experimental para el estudio de la respuesta in vitro de zigotos y proembriones. Los primeros intentos de aislar óvulos fecundados y cultivarlos en condiciones asépticas fueron llevados a cabo por White en 1932 con Antirrhinum majus; sin embargo, la técnica fue desarrollada y perfeccionada en el Departamento de Botánica de la Universidad de Delhi. Ya en 1960 Kanta desarrolló con éxito una técnica de polinización directa del ovario. Para ello, aisló un ovario inmaduro lo cultivó in vitro, lo perforó e introdujo en la cavidad ovarica polen sin germinar. Posteriormente, siguiendo en esta línea, Kanta et al. (1962) intentaron llevar a cabo otras aproximaciones aislando directamente óvulos inmaduros para después polinizarlos in vitro y cultivarlos hasta la obtención de embriones maduros. Esta técnica, denominada test de fertilización o polinización ovular in vitro, se realizó por primera vez en Papaver somniferum y desde entonces ha sido aplicada satisfactoriamente a otras muchas especies. El cultivo de óvulos es un procedimiento complejo aconsejable sólo en los casos en los que sea estrictamente necesario, ya que el porcentaje de éxito es muy bajo y la manipulación del material es difícil. Esto se debe a que el óvulo es una estructura muy pequeña y delicada que requiere microcirugía para su aislamiento, resultando relativamente fácil dañarla. Además, al tratarse de un tejido altamente hidratado, no debe sufrir desecación durante su manipulación, que debe ser rápida y llevarse a cabo bajo una lupa estereoscópica provista de una fuente de luz fría. Es importante recordar que el aislamiento de los óvulos y del polen (en el caso de llevarse a cabo una polinización in vitro) debe hacerse en el estado fisiológico y morfológico correcto ya que de otra forma el proceso no tendría lugar. Por ello, debe hacerse un estudio de la duración de los distintos estadios del desarrollo de los órganos a aislar para saber cuándo se encuentran en el estadio adecuado para su cultivo. El óvulo presenta una gran cantidad de requerimientos nutricionales, algunos no muy claros, que varían con el estadio del desarrollo del mismo y que es necesario poner a punto para cada especie a tratar. Hay que tener en cuenta que el medio no sólo debe ser satisfactorio para el desarrollo del óvulo sino también para otros procesos que como la germinación del polen, son necesarios para la fecundación y desarrollo del embrión. Todo ello complica aún más los requerimientos nutricionales y hace que se busquen, en la medida de lo posible, vías alternativas al cultivo de óvulos aislados. A la hora de llevar a cabo la polinización in vitro, el polen se deposita sobre los óvulos en una gota de medio que permita su germinación o, en los casos en los que el polen sea incapaz de germinar bien sobre el óvulo, se hace germinar primero y luego se añade. Son varios los medios que se emplean para la germinación de los granos de polen, pero todos ellos tienen como componentes fundamentales una elevada concentración de sacarosa y la presencia de ácido bórico. En condiciones normales, el polen germina en pocas horas, y 1-2 días después de la polinización tiene lugar la fecundación de los óvulos. Algunas alternativas al cultivo de óvulos, en algunos casos válidas, son las siguientes :

·       Polinización estigmática in vitro: Esta técnica consiste en el cultivo del pistilo y polinización in vitro del estigma. Este tipo de fertilización no requiere ninguna manipulación especial, salvo si es necesario la emasculación del botón floral, por lo que es una de las más sencillas de llevar a cabo. Se realiza satisfactoriamente en los casos de caída prematura del fruto.
·       Polinización placentaria in vitro: En este método se aislan los óvulos con un trozo de placenta, para lo que se divide el ovario en dos o más mitades de forma que los óvulos queden expuestos. De esta forma, se simplifican tanto el medio nutritivo como las manipulación necesaria para el aislamiento de los óvulos, sufriendo éstos muchos menos daños físicos así como un menor choque hídrico, por lo que el porcentaje de supervivencia se ve incrementado. Esta técnica se puede emplear para evitar barreras de incompatibilidad localizadas en el estigma y/o estilo, así como para la obtención de plantas haploides.

En el caso de plantas que sufren aborto de embriones en estadios tempranos del desarrollo y en aquellos cruces en los que la barrera de incompatibilidad se encuentra a nivel del ovario, es necesario rescatar los óvulos recién fecundados o incluso fecundarlos in vitro. Actualmente, el cultivo de óvulos aislados o con tejido placentario se está empleando cada vez más en la mejora genética de plantas (Hormaza y Herrero, 1996), no sólo porque permite cruces casi imposibles de obtener en la naturaleza, sino porque además permite seleccionar para la fecundación aquellos granos de polen que hayan sido capaces de germinar bajo condiciones de estrés (térmico, salino, etc.), acelerando así la obtención de plantas resistentes (Zamir y Gadish, 1987; Sacher et al., 1983).




RESUMEN DEL LIBRO EN DIGITAL:



CULTIVO DE ÓVULOS PARA LA HIBRIDACION:

En ciertos cruzamientos interespecificos, el cultivo de ovulo completo ha sido mas efectivo para el rescate de embriones que el cultivo del embrión aislado. Cuando se dejan intactas las frágiles estructuras embrionarias, hay menor posibilidad de que el embrión se dañe; además el cultivo del ovulo intacto puede ayudar a la absorción de nutrimentos por el embrión. El cultivo de óvulos se ha usado para rescatar embriones derivados de cruzamientos interespecificos y también híbridos intergenéricos.




OBTENCION DE MONOPLOIDES

Kao et al., (1969) fueron los primeros en informar sobre el uso del cultivo de embriones para producir plantas haploides de cebada. Normalmente, cuando se cruza Hordeum vulgare con H. bulbosum, los cromosomas de esta ultima especie son eliminados del embrión porque el crecimiento de las células haploides es más lento que el de las diploides; usando en cambio la técnica del cultivo de embriones, es posible aislar haploides y cultivarlos in vitro hasta la madurez, lo que hace posible la obtención de plantas haploides de H. vulgare.

FERTILIZACION DE ÓVULOS IN VITRO:


El cultivo de embriones y óvulos se ha usado exitosamente en la obtención de híbridos provenientes de cruzamientos interespecificos e intergenericos, en los cuales el endosperma no se ha desarrollado normalmente. La fertilización de óvulos in vitro se ha desarrollado como otra alternativa para realizar cruzamientos y para solucionar los problemas de autoincompatibilidad. Hay barreras fisiológicas que previenen la fusión de gametos en las especies autoincompatibles; en algunas plantas ocurre la inhibición de la germinación del polen y también se inhibe el crecimiento del polen dentro del estilo. Los procesos inhibidores que ocurren en el estigma o dentro del estilo se pueden superar con el cultivo de óvulos conjuntamente con los granos de polen en germinación. El éxito d ela fertilización de óvulos in vitro dependen de ciertos factores. Tanto la edad del ovulo como la del polen de deben determinar cuidadosamente para detectar los estados de desarrollo apropiados para la germinación del polen in vitro y para la fertilización del ovulo; la composición del medio de c lograr una germinación normal del polen y un desarrollo normal del ovulo fertilizado. Las condiciones deben posibilitar una alta frecuencia de semillas viables.


EMBRIOGENESIS SOMÁTICA A PARTIR DE NUCELAS:

El cultivo de óvulos tiene otra aplicación en la regeneración de embriones adventicios y de callos embriogénicos a partir de las nucelas de óvulos jóvenes en plantas leñosas. En muchas plantas, particularmente de familias cuyas especies son predominantemente tropicales, las nucelas tienen la capacidad de producir embriones adventicios in vitro; la producción de tales embriones se pueden estimular in vitro en estas y en otras especies, cuya nucela no es normalmente embriogénica. Por embriogénesis somática  originada directamente en explantes de nucelas o de callos provenientes de plantas leñosas, se ha regenerado un número de tales plantas; en muchas plantas leñosas los callos regenerados se deben obtener de embriones o de plántulas, ya que cuando provienen de tejidos maduros pierden la mayor parte de su potencial regeneradora de plantas. Teniendo en cuenta el éxito alcanzado con los cultivos nucelares para regenerar especies de plantas leñosas comúnmente difíciles de cultivar in vitro, el cultivo nucelas se puede utilizar para muchas especies de árboles. 

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