¿Cómo cortar
y pegar el ADN? Tijeras moleculares: enzimas de restricción
En 1975 Daniel
Nathans y Hamilton O. Smith descubrieron
un tipo de proteínas -las enzimas endonucleasas o enzimas de
restricción- que actúan como "tijeras moleculares",
cortando la doble cadena de ADN a través del esqueleto de fosfatos sin dañar
las bases. El descubrimiento de estas enzimas condujo a dichos microbiólogos al
Nobel en 1978 y dio origen a la ingeniería genética. Las enzimas de restricción
son producidas por bacterias como método de defensa contra virus y degradan el
ADN extraño. A su vez, el propio genoma bacteriano
está protegido contra sus enzimas de restricción mediante metilaciones (es decir, el agregado de un grupo
metilo [-CH3)]) en un átomo específico de ciertos nucleótidos. Estas moléculas son
indispensables para la ingeniería genética, ya que producen fragmentos que se
pueden unir entre sí fácilmente (con la ayuda de un "pegamento
molecular": la enzima ligasa). Las enzimas de restricción
cortan dejando extremos cohesivos o romos. Los extremos cohesivos son generados cuando la enzima corta
las dos hebras asimétricamente, dejando los extremos de cada hebra de simple
cadena complementarios entre sí. Por otro lado, los extremos romos son generados cuando la enzima corta
las dos hebras por el mismo lugar, generando dos extremos doble cadena. Las
enzimas de restricción permiten cortar el genoma de cualquier organismo en
pequeños fragmentos llamados fragmentos de restricción. La colección de miles o millones de
estos fragmentos se llama biblioteca génica.
¿Cómo introducir ADN recombinante en las bacterias?
Una vez que los biólogos
encontraron cómo fabricar ADN recombinante usando enzimas de restricción y
ligasas, el desafío siguiente fue cómo producir grandes cantidades de genes y
cómo introducirlos en bacterias u otras células huésped. El primer problema fue
solucionado con el uso de plásmidos, pequeñas
moléculas de ADN circular presente en muchas bacterias.
Los plásmidos contienen uno o
más genes de resistencia a antibióticos y son capaces de autorreplicarse, ya
que contienen una secuencia de iniciación. Esto les permite replicarse de
manera independiente del ADN genómico. Podemos crear una molécula de
ADN recombinante usando un plásmido. Este proceso consta de las siguientes
etapas:
- 1. Cortamos el ADN circular del plásmido con enzimas de restricción, para generar extremos cohesivos.
- 2. Cortamos el ADN que queremos multiplicar. Debemos asegurarnos de que los extremos del plásmido y los del ADN a insertar sean complementarios y puedan unirse.
- 3. Unimos el gen que queremos introducir (inserto) por medio de la enzima ADN-ligasa y luego introducimos el plásmido con inserto en bacterias.
- 4. Seleccionamos las bacterias que hayan introducido el plásmido con la ayuda de antibióticos. Dado que los plásmidos contienen un gen de resistencia a antibiótico, al exponer las bacterias a ese antibiótico, sólo las que hayan incorporado el plásmido (y con él la resistencia) sobrevivirán, mientras que las que no lo tengan morirán.
Esta es una manera
relativamente eficaz de obtener millones de copias del ADN incorporado. Dado
que todas las copias del gen provienen de una sola molécula multiplicada a
partir de una única bacteria que dio origen a la colonia, esta técnica lleva el
nombre de clonación. El
término clon proviene de la jardinería; desde hace siglos los jardineros
generan plantas nuevas a partir de gajos. Estas plantas son genéticamente
idénticas y constituyen un clon.
Un clon es un grupo de células u organismos
genéticamente idénticas.
El uso fragmentos de ADN como
vectores cumple un rol fundamental en la ingeniería genética, ya que sirven
para transferir material genético de un organismo a otro.
Vector: cualquier
organismo o virus capaz de mover genes de un organismo a otro
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