martes, 4 de diciembre de 2012

4.1. TRANSFORMACIÓN DE ORGANISMOS


La teoría de evolución de Darwin señala que todos los seres vivos derivamos de un mismo precursor común. Esta propuesta se  consolida con la evidencia generada a partir de la secuenciación de los genomas que ha demostrado que todos los seres vivos compartimos  muchos genes. De hecho, el genoma de la raza humana es similar en 98% al del chimpancé, 90% al del ratón, 40% al de la mosca, 30% al de las plantas . También compartimos genes bacterianos incluyendo los localizados en las mitocondrias de nuestras células. El material genético (ADN) tiene la misma estructura general en todos los seres vivos y eso  hace posible transferir e incorporar genes de un organismo a otro. La célula viva reconoce el material genético de otro origen que puede adquirir por diferentes vías (infección o transferencia horizontal) y, en muchos casos, lo incorpora y lo replica como propio. La transferencia horizontal de material genético es un fenómeno que ocurre diariamente en todas las especies y los virus son los principales responsables de este fenómeno. Este tipo de transferencia permite que ADN de una especie pueda ser transferido a otra. Cada día se acumula más evidencia que indica que este tipo de fenómeno ha jugado un papel importante, conjuntamente con otros mecanismos, en la evolución de las especies y en la estructuración y reorganización de los genomas. El fenómeno de la transferencia horizontal de material genético ocurre permanentemente en el reino microbiano donde las bacterias reciben e incorporan material genético  gracias al llamado “fenómeno de transformación”. Este material genético puede provenir de cualquier origen de los diferentes organismos que habitan el suelo, incluyendo los que mueren. También se ha demostrado que existe transferencia horizontal de material genético de microorganismos a plantas como el caso de la bacteria Agrobacterium tumefaciens y el tabaco.

El genoma de organismos superiores ha evolucionado incrementando parte de su material genético a través de infecciones virales, y probablemente de material genético proveniente de microorganismos que hayan infectado a nuestros antepasados; incorporándose así parte del material genético del organismo que infecta en el genoma de las células receptoras. Se ha dado, mediante la endosimbiosis, la incorporacion de  material genético en etapas tempranas de la evolución de las células precursoras de los animales y plantas, a través de la infección o asociación  con precursores de los actuales organelos celulares, que son similares a las bacterias, como es el caso de la mitocondria. Además, en las plantas, los cromosomas vegetales contienen un gran número de genes provenientes de las bacterias fotosintéticas que dieron origen a los cloroplastosEn nuestro genoma y en el de todos los organismos vivos hay material genético repetido, probablemente de origen bacteriano o viral, llamado “transposones” que representa al menos 30% del genoma humano. En el maíz los transposones constituyen 85% de su genoma. Los transposones son secuencias de DNA que pueden translocar su posición en el genoma, es decir pueden “brincar” de un lugar a otro, inclusive entre cromosomas, por lo que han jugado y siguen jugando un papel importante en la reorganización y evolución del genoma. En el maíz, los granos de colores diferentes en una mazorca son resultado de este tipo de fenómeno que ocurre en un mismo individuo.

Otro tipo de material repetido en nuestro genoma, es el “retroviral” (el retrovirus es un tipo de virus que tiene su genoma de ARN). Este tipo de material repetido probablemente se estabilizó en nuestro genoma y/o en el de nuestros precursores biológicos, mediante mecanismos de infección y posterior incorporación del genoma viral al nuestro o al de nuestros predecesores. Este es otro tipo de transferencia horizontal que influye diariamente en la dinámica y reorganización del genoma. Cuando se construye un organismo genéticamente modificado o transgénico independientemente de los métodos utilizados (transformación, biobalística o electroporación que per se no afectan el genoma de la célula receptora) se introduce, a través del fenómeno de transferencia horizontal del ADN, material genético específico (transgene) a una célula. Posteriormente mediante el fenómeno de recombinación genética, el transgene es incorporado como un segmento del material genético de la célula receptora en alguno de sus cromosomas. Si en este evento -que es, de facto, una reorganización del genoma- se afectara una función codificada en el cromosoma que resultara vital para la célula, ese organismo transgénico en particular no sobreviviría. El mismo tipo de evento podría suceder en el caso de una reogarnización natural del genoma cuando es infectado por un retrovirus -el VIH causante del SIDA por ejemplo-  o afectado por un transposón que cambia su posición, ya que debido a estos fenómenos pudiera ocurrir la inserción de su material genético en un locus esencial y que por ello, la célula receptora en la que ocurriera el arreglo, no sobreviviría. Luego, la incorporación y reorganización de material genético en un genoma es un proceso natural que ocurre diariamente en la naturaleza, independientemente de los transgénicos.

Hemos modificado genéticamente, a lo largo de cientos de años, las especies que utilizamos para  alimentación, y hasta hace poco sin conocer la estructura del ADN, utilizando mutágenos que se sabe generan múltiples cambios en los genomas de los organismos. Sin embargo, estas técnicas originales de mutagénesis y los organismos generados, no se cuestionan como los transgénicos, cuando en el fondo hoy sabemos que los métodos usados previamente generan cambios mucho más amplios en el genoma de estos organismos. La razón de la falta de cuestionamiento es, probablemente, la ausencia de daño por estos organismos altamente modificados, desde el punto de vista genético. Cabe enfatizar que la combinación de diferentes especies no surgió con los experimentos de ADNr, sino con la generación de variedades vegetales, los primeros registros sobre manipulación de plantas datan de 1919, cuando se reportaron las primeras plantaciones con semillas híbridas, desarrolladas a partir de plantas de maíz. Esta metodología permitió el aumento en 600% de la producción agrícola, en un período de aproximadamente 55 años (INIA, 2006).  Por otro lado, las mutaciones genéticas para el mejoramiento de los cultivos agrícolas -realizadas en los últimos 70 años- con técnicas de mutagénesis, han generado más de 2200 variedades vegetales, las cuales han sido poco estudiadas y hasta el momento, no se han reportado efectos adversos.

INFORMACION OBTENIDA DE LOS ARCHIVOS QUE PROPORCIONO EL PROFESOR DURANTE LA CLASE.

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